Fienberg (1994) sostiene que la gestión y el intercambio de datos de investigación:
- Refuerza la investigación científica abierta. Cuando los datos están ampliamente disponibles, las características de auto-corrección de la ciencia trabajan más eficazmente.
- Alienta la diversidad de análisis y opiniones. Si los investigadores tienen acceso a los mismos datos pueden más fácilmente desafiar los análisis y conclusiones de los otros.
- Promueve investigación y permite la comprobación de los métodos nuevos o alternativos. Existen muchos ejemplo de datos que se utilizan de una manera que los investigadores originales no habían previsto.
- Mejora métodos de recogida y medición de datos a través del escrutinio de los demás. La puesta a disposición del público permite a la comunidad científica llegar a un consenso sobre los métodos.
- Reduce los costes evitando los esfuerzos de recolección de datos duplicados. Algunos conjuntos de datos estándar, tales como la Encuesta Social General y los Estudios Electorales Nacionales producen miles de documentos que no podría haber sido publicados si los autores tuvieron que recoger sus propios datos. Permite, así, un retorno de la inversión pública.
- El archivado pone a disposición de todos los datos para no se tengan que invertir recursos adicionales para reunir esencialmente la misma información.
- Proporciona un recurso importante para la formación en investigación. Los datos secundarios son extremadamente valiosos para los estudiantes, que luego tienen acceso a datos de alta calidad como modelo para su propio trabajo.
- El archivado inmediato puede permitir a un investigador mejorar el impacto (y, ciertamente, la visibilidad) de un proyecto.